viernes, 29 de junio de 2007
Pastores en contra de ley de despenalización contra las relaciones sexuales consentidas
El Ps. Robert Barriger presidente de la Unión de Iglesias Cristianas Evangélicas del Perú, (UNICEP) lamentó que los parlamentarios que aprobaron la ley que legaliza las relaciones sexuales consentidas con menores no hayan antepuesto el principio del interés superior del niño y no se tome en cuenta la opinión de la Iglesia para temas tan relevantes en la formación de la persona, como es lo concerniente al sexo, el mismo que habrá de afectar en su destino y futuro.
Por ello hacen una invocación al presidente de la República a que observe esta ley porque no es aceptable y además emitieron un pronunciamiento en el que aprueban la defensa de la familia, el bienestar del niño y adolescente.
1.- La Unión de Iglesias Cristianas Evangélicas del Perú, (UNICEP), lamenta una vez más el que no se tome en cuenta la opinión de la Iglesia para temas tan relevantes en la formación de la persona, como es lo concerniente al sexo, el mismo que habrá de afectar en su destino y futuro.
2.- Creemos que con ésta Ley se ha abierto una gran trampa, la que incentivará la violencia sexual, en contra de menores en proceso de formación llena de rebeldía y carentes aún muchos de ellos de principios y valores.
3.- Sorprende que se tome en cuenta para dar éste tipo de Leyes lo que suceda en otros países de América latina, y dejamos de considerar la realidad de nuestra nación, la cual está anhelante de una generación formada con amor a ella, y cimentada en valores y principios morales y espirituales, que sin dudar redundaran en un mañana mejor y más expectante de lo que ellas darán a su favor.
4.- Por último creemos que el Poder Ejecutivo reflexionará con sabiduría y por eso rogamos a Dios Todopoderoso para que impida se dé por aprobada la Ley, y la misma se corrija, haciendo las consultas a las instituciones que velan y cuidan el destino de la nación y la integridad de la familia, la cual será seguramente de darse por cierta la Ley muy afectada y afligida.
Robert Barriger Presidente UNICEP
viernes, 22 de junio de 2007
LA RELIGIÓN EN LA CARRERA PRESIDENCIAL EN EEUU
¿Qué tiene que ver Dios en esto?Los dos primeros debates entre los aspirantes a la Presidenciagiraronentorno a temas como la fe y la validez de la teoría de la evolución.
¿Existeun diseño inteligente? ¿Quién creó al hombre? ¿De qué lado está Dios,denosotros o de los terroristas? fueron, entre otras, las preguntasformuladasa demócratas y republicanos.
Domingo 17 de junio de 2007
En el mundo anglosajón circulan por estos días cuatro libros que handesatado una fuerte discusión sobre Dios: ³The God delusion² (³Elespejismode Dios²), de Richard Hawkins; ³Letter to a Christian nation²(³Carta aunanación cristiana²), de Sam Harris; ³God is not great, how religionpoisonseverything² (³Dios no es grande, cómo la religión lo envenena todo²),delsiempre polémico ChristopherHitchens, y ³Breaking the spell² (³Rompiendo el hechizo²), de DanielDennet.Y en los mismos momentos en que la existencia de Dios, loscuestionamientosal darwinismo y los efectos de la religión en la historia de lahumanidaddesatan una intensa discusión en diarios, revistas, periódicosdigitales yblogs, los primeros debates políticos con miras a la elecciónpresidencialde 2008 en Estados Unidos giraron en torno al mismo tema. Con unaconnotación muy diferente, eso sí. No para poner en duda laexistenciade unser superior, sino para dejar en claro, y muy en claro, que síexiste.³Faith and politics² (políticas y fe) los denominaron, y todas laspreguntas, para demócratas y para republicanos, estuvieronrelacionadasconla fe, la religiosidad y los valores morales. Como si losnorteamericanos, yen particular los sectores más conservadores, no quisieran que lagenteolvidara que, al menos aquí, Dios efectivamente está en todas partes.En lapolítica también, y desde luego en la Casa Blanca. Toda unacontradicción,pues este país, donde ningún político osaría decir por televisión quenocree en Dios, es el único que ha logrado separar realmente lareligióny elEstado, y en el último año hubo tres sentencias en tribunalescondenando eluso de simbología religiosa en los espacios públicos.Pese al auge en el resto del mundo de una especie de nuevo ateísmo(unartículo de fondo del ³New York Times Magazine² habla de la fe comouna³adaptación evolutiva² y la declaración de los valores fundamentalesdelaUnión Europea, con motivo de su quincuagésimo aniversario, no haceningunamención al cristianismo), esta postura no ha prendido en el alma delpuebloestadounidense. ³En este país podrán elegir una Presidenta mujer, unnegro,un gay, un católico, un mormón, un bautista o un legionario deCristo,perojamás elegirían a un ateo², me decía hace unos días un profesor deHistoriade la Universidad de Temple. Y cualquiera que hubiese visto los dosprimerosdebates entre los candidatos a la nominación presidencial, tantodemócratascomo republicanos, habría estado de acuerdo con él. Así y todo, pormuyreligiosa que sea la población, la idea de convertir los debatespolíticosen un test de blancura religiosa tampoco ha gustado. La gente estácansadade oír a Bush diciendo ³somos el pueblo elegido de Dios² y enviandosoldadosa la guerra en su nombre.CON NOSOTROS O CON AL QAEDALa verdad es que a nadie dejó de sorprender, por no decir molestar,queDiosfuese el tema principal en el primer debate presidencial nacional,justocuando se está perdiendo la guerra, con un Presidente que hadesperdiciadosu capital político y su liderazgo, y una administración que haavergonzadoa la opinión pública con los casos de corrupción, falsedades ymanipulación.Incluso los más creyentes se sintieron algo incómodos con la idea deinvolucrar a Dios en los quehaceres políticos de Washington. Pero asífue, ylos demócratas, poco amigos de ventilar su fe en público, tuvieronqueasistir al foro en la CNN, pues ninguno podía darse el lujo dedesecharlosvotos de los independientes conservadores, que son la mayoría.Así, Barack Obama, por ejemplo, se vio enfrentado a la siguientepregunta:³¿De lado de quién cree usted que está Dios, de nosotros o de AlQaeda?². Éldijo que no sabía del lado de quién estaría Dios, pero le parecía másimportante tener claro de qué lado estábamos nosotros: si de seguirenunaguerra que nunca debió haberse iniciado y continuar perdiendo vidasamericanas e iraquíes o de traer a las tropas inmediatamente devueltaA John Edwards, en cambio, le preguntaron ³¿cuál ha sido su peorpecado?².Primero titubeó, como si no pudiera creer que le estuvieranformulandosemejante pregunta al aire, en un debate serio, pero luego respondiósonriendo: ³Mire, es tan larga la lista que no sé por dónde empezar².Hillary Clinton, en su turno, no se salvó de la clásica pregunta quelehacen en todas partes: qué hizo cuando supo que su marido la engañabaconuna interna en la Casa Blanca. Sólo que, ahora, la misma pregunta fuepuestaen el contexto de Dios, y quedó más o menos así: ³Senadora, ¿de quémanerafue la fe en Dios importante para usted en esos momentos tan durosquepasóen la Casa Blanca?². Y ella, sin que se le moviera un pelo de lacabeza,dijo: ³Si no hubiera tenido fe no habría sido capaz de soportarlo².Luego serefirió a su relación con Dios, y contó que una de las muchas cosasquelepedía, ³cuando conversamos él y yo², era que la ayudara a bajar depeso.Todos los candidatos creían en Dios, naturalmente, porque si nohubiesencreído no habrían podido decirlo en ese contexto. Todos contaron susdistintas experiencias con Dios, con la oración y la fe, y mientrasestosucedía en los estudios de la CNN, una inmensa mayoría detelevidentes,creyentes y no creyentes, cansados de ver a los políticos deWashingtoncompartiendo sus errores con Dios, se preguntaban: ¿y qué tendrá quever élcon esta campaña?TOMANDO DESAYUNO CON DIOSLuego vino el debate entre los candidatos republicanos, donde sedestacaron,entre otros, Rudy Giuliani, John McCain, Mitt Romney y el inefableRonPaul,un republicano que ha atacado a Bush y su administración como ningúndemócrata ha osado hacerlo.La religión y los republicanos hicieron un mucho mejor matrimonio quelareligión y los demócratas. Parecían en su salsa hablando de la fe ysusderivados, y ninguno hubiera dicho lo que se atrevió a decir HillaryClinton: ³Vengo de una tradición donde un señor con una cruz en lasolapaera mirado con mayor sospecha que uno sin la cruz tan a la vista².Todos los candidatos sin excepción se declararon creyentes, hombresdefe y³partidarios de la vida². Pero al mismo tiempo se decían partidariosdecontinuar con la guerra en Irak y optar por la política preventivaparadefender al país del terrorismo. Todos dijeron que el pecado moralmásgrande lo cometían quienes apoyaban el aborto y la investigación concélulasmadre, pues esa gente estaba en contra de la vida y, por lo tanto, encontradel mandato más importante de la religión y de Dios. Ron Paul fue elúnicoque no estuvo de acuerdo. Dijo que el pecado moral más grande era elquecometía la Casa Blanca enviando a esos muchachos a una muerteinútil, ypredicando una ³guerra preventiva² según la cual estaban dispuestos,incluso, a lanzar una bomba atómica para ³defender² al país de otranaciónque supuestamente pretendía atacarlo.En un momento, el conductor, Wolf Blitzer, formuló la siguientepregunta:³Si alguno de ustedes está a favor de que los gays formen parte delEjército, que levante la mano². Ninguno la levantó.Uno que se vio en serios problemas en este ambiente de moral tanestrictafue Giuliani, casado tres veces, amigo de los gays y partidario delderechoa elegir en el aborto. ¿Cómo es usted católico?, le preguntaron, yluego leleyeron unas feroces declaraciones en su contra que había hecho unobispocatólico el día anterior. Pero tuvo suerte Giuliani: justo en esemomento seprodujo un cortocircuito, se le echó a perder el micrófono y elpúbliconopudo escuchar su respuesta. Cuando las cosas se normalizaron en elestudio,y el conductor explicó que había un desperfecto eléctrico, Giulianilanzóuna carcajada y dijo: ³Bueno, para un chico como yo, educado en uncolegiode curas, esto que ha pasado puede ser muy aterrorizante².Para cualquier agnóstico, que en Estados Unidos también los hay, losdosprimeros debates deben de haber resultado de lo más insólito. En estetipode encuentro suele hablarse de temas como la salud, la educación, elmedioambiente y la política exterior. ³De Dios se habla más bien en lamisadeldomingo², me dijo Susan, la dueña de la verdulería cerca de mi casa.En todo caso, resultaba envidiable el grado de certeza y cercanía conqueestos candidatos se referían a Dios, como si hubieran tomado desayunocon élesa misma mañana. Sin la menor duda de su existencia. Una curiosamezcla desimplismo y la fe del carbonero.Independientemente de lo que la divinidad pudiera pensar de todoesto,locierto es que, allí donde ésta ha sido el personaje principal, Bushhasidoel oso cuyo abrazo no quiere nadie. Todos los republicanos, inclusoMcCain,el ex veterano de Vietnam, tomaron máxima distancia del Presidente, aquien,a estas alturas, el único amigo que pareciera quedarle esprecisamenteDios.
¿Existeun diseño inteligente? ¿Quién creó al hombre? ¿De qué lado está Dios,denosotros o de los terroristas? fueron, entre otras, las preguntasformuladasa demócratas y republicanos.
Domingo 17 de junio de 2007
En el mundo anglosajón circulan por estos días cuatro libros que handesatado una fuerte discusión sobre Dios: ³The God delusion² (³Elespejismode Dios²), de Richard Hawkins; ³Letter to a Christian nation²(³Carta aunanación cristiana²), de Sam Harris; ³God is not great, how religionpoisonseverything² (³Dios no es grande, cómo la religión lo envenena todo²),delsiempre polémico ChristopherHitchens, y ³Breaking the spell² (³Rompiendo el hechizo²), de DanielDennet.Y en los mismos momentos en que la existencia de Dios, loscuestionamientosal darwinismo y los efectos de la religión en la historia de lahumanidaddesatan una intensa discusión en diarios, revistas, periódicosdigitales yblogs, los primeros debates políticos con miras a la elecciónpresidencialde 2008 en Estados Unidos giraron en torno al mismo tema. Con unaconnotación muy diferente, eso sí. No para poner en duda laexistenciade unser superior, sino para dejar en claro, y muy en claro, que síexiste.³Faith and politics² (políticas y fe) los denominaron, y todas laspreguntas, para demócratas y para republicanos, estuvieronrelacionadasconla fe, la religiosidad y los valores morales. Como si losnorteamericanos, yen particular los sectores más conservadores, no quisieran que lagenteolvidara que, al menos aquí, Dios efectivamente está en todas partes.En lapolítica también, y desde luego en la Casa Blanca. Toda unacontradicción,pues este país, donde ningún político osaría decir por televisión quenocree en Dios, es el único que ha logrado separar realmente lareligióny elEstado, y en el último año hubo tres sentencias en tribunalescondenando eluso de simbología religiosa en los espacios públicos.Pese al auge en el resto del mundo de una especie de nuevo ateísmo(unartículo de fondo del ³New York Times Magazine² habla de la fe comouna³adaptación evolutiva² y la declaración de los valores fundamentalesdelaUnión Europea, con motivo de su quincuagésimo aniversario, no haceningunamención al cristianismo), esta postura no ha prendido en el alma delpuebloestadounidense. ³En este país podrán elegir una Presidenta mujer, unnegro,un gay, un católico, un mormón, un bautista o un legionario deCristo,perojamás elegirían a un ateo², me decía hace unos días un profesor deHistoriade la Universidad de Temple. Y cualquiera que hubiese visto los dosprimerosdebates entre los candidatos a la nominación presidencial, tantodemócratascomo republicanos, habría estado de acuerdo con él. Así y todo, pormuyreligiosa que sea la población, la idea de convertir los debatespolíticosen un test de blancura religiosa tampoco ha gustado. La gente estácansadade oír a Bush diciendo ³somos el pueblo elegido de Dios² y enviandosoldadosa la guerra en su nombre.CON NOSOTROS O CON AL QAEDALa verdad es que a nadie dejó de sorprender, por no decir molestar,queDiosfuese el tema principal en el primer debate presidencial nacional,justocuando se está perdiendo la guerra, con un Presidente que hadesperdiciadosu capital político y su liderazgo, y una administración que haavergonzadoa la opinión pública con los casos de corrupción, falsedades ymanipulación.Incluso los más creyentes se sintieron algo incómodos con la idea deinvolucrar a Dios en los quehaceres políticos de Washington. Pero asífue, ylos demócratas, poco amigos de ventilar su fe en público, tuvieronqueasistir al foro en la CNN, pues ninguno podía darse el lujo dedesecharlosvotos de los independientes conservadores, que son la mayoría.Así, Barack Obama, por ejemplo, se vio enfrentado a la siguientepregunta:³¿De lado de quién cree usted que está Dios, de nosotros o de AlQaeda?². Éldijo que no sabía del lado de quién estaría Dios, pero le parecía másimportante tener claro de qué lado estábamos nosotros: si de seguirenunaguerra que nunca debió haberse iniciado y continuar perdiendo vidasamericanas e iraquíes o de traer a las tropas inmediatamente devueltaA John Edwards, en cambio, le preguntaron ³¿cuál ha sido su peorpecado?².Primero titubeó, como si no pudiera creer que le estuvieranformulandosemejante pregunta al aire, en un debate serio, pero luego respondiósonriendo: ³Mire, es tan larga la lista que no sé por dónde empezar².Hillary Clinton, en su turno, no se salvó de la clásica pregunta quelehacen en todas partes: qué hizo cuando supo que su marido la engañabaconuna interna en la Casa Blanca. Sólo que, ahora, la misma pregunta fuepuestaen el contexto de Dios, y quedó más o menos así: ³Senadora, ¿de quémanerafue la fe en Dios importante para usted en esos momentos tan durosquepasóen la Casa Blanca?². Y ella, sin que se le moviera un pelo de lacabeza,dijo: ³Si no hubiera tenido fe no habría sido capaz de soportarlo².Luego serefirió a su relación con Dios, y contó que una de las muchas cosasquelepedía, ³cuando conversamos él y yo², era que la ayudara a bajar depeso.Todos los candidatos creían en Dios, naturalmente, porque si nohubiesencreído no habrían podido decirlo en ese contexto. Todos contaron susdistintas experiencias con Dios, con la oración y la fe, y mientrasestosucedía en los estudios de la CNN, una inmensa mayoría detelevidentes,creyentes y no creyentes, cansados de ver a los políticos deWashingtoncompartiendo sus errores con Dios, se preguntaban: ¿y qué tendrá quever élcon esta campaña?TOMANDO DESAYUNO CON DIOSLuego vino el debate entre los candidatos republicanos, donde sedestacaron,entre otros, Rudy Giuliani, John McCain, Mitt Romney y el inefableRonPaul,un republicano que ha atacado a Bush y su administración como ningúndemócrata ha osado hacerlo.La religión y los republicanos hicieron un mucho mejor matrimonio quelareligión y los demócratas. Parecían en su salsa hablando de la fe ysusderivados, y ninguno hubiera dicho lo que se atrevió a decir HillaryClinton: ³Vengo de una tradición donde un señor con una cruz en lasolapaera mirado con mayor sospecha que uno sin la cruz tan a la vista².Todos los candidatos sin excepción se declararon creyentes, hombresdefe y³partidarios de la vida². Pero al mismo tiempo se decían partidariosdecontinuar con la guerra en Irak y optar por la política preventivaparadefender al país del terrorismo. Todos dijeron que el pecado moralmásgrande lo cometían quienes apoyaban el aborto y la investigación concélulasmadre, pues esa gente estaba en contra de la vida y, por lo tanto, encontradel mandato más importante de la religión y de Dios. Ron Paul fue elúnicoque no estuvo de acuerdo. Dijo que el pecado moral más grande era elquecometía la Casa Blanca enviando a esos muchachos a una muerteinútil, ypredicando una ³guerra preventiva² según la cual estaban dispuestos,incluso, a lanzar una bomba atómica para ³defender² al país de otranaciónque supuestamente pretendía atacarlo.En un momento, el conductor, Wolf Blitzer, formuló la siguientepregunta:³Si alguno de ustedes está a favor de que los gays formen parte delEjército, que levante la mano². Ninguno la levantó.Uno que se vio en serios problemas en este ambiente de moral tanestrictafue Giuliani, casado tres veces, amigo de los gays y partidario delderechoa elegir en el aborto. ¿Cómo es usted católico?, le preguntaron, yluego leleyeron unas feroces declaraciones en su contra que había hecho unobispocatólico el día anterior. Pero tuvo suerte Giuliani: justo en esemomento seprodujo un cortocircuito, se le echó a perder el micrófono y elpúbliconopudo escuchar su respuesta. Cuando las cosas se normalizaron en elestudio,y el conductor explicó que había un desperfecto eléctrico, Giulianilanzóuna carcajada y dijo: ³Bueno, para un chico como yo, educado en uncolegiode curas, esto que ha pasado puede ser muy aterrorizante².Para cualquier agnóstico, que en Estados Unidos también los hay, losdosprimeros debates deben de haber resultado de lo más insólito. En estetipode encuentro suele hablarse de temas como la salud, la educación, elmedioambiente y la política exterior. ³De Dios se habla más bien en lamisadeldomingo², me dijo Susan, la dueña de la verdulería cerca de mi casa.En todo caso, resultaba envidiable el grado de certeza y cercanía conqueestos candidatos se referían a Dios, como si hubieran tomado desayunocon élesa misma mañana. Sin la menor duda de su existencia. Una curiosamezcla desimplismo y la fe del carbonero.Independientemente de lo que la divinidad pudiera pensar de todoesto,locierto es que, allí donde ésta ha sido el personaje principal, Bushhasidoel oso cuyo abrazo no quiere nadie. Todos los republicanos, inclusoMcCain,el ex veterano de Vietnam, tomaron máxima distancia del Presidente, aquien,a estas alturas, el único amigo que pareciera quedarle esprecisamenteDios.
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