De Planeta Cristiano.
11-08-2008
¡Amén-Amén! - Forida, EE.UU. - Ser cristiano no significa para los hermanos de la Asociación Ministerial Evangélica de Veracruz (México) una postura blanda con respecto a los delincuentes. Están reclamando penas severas para todos aquellos que cometen delitos reiteradamente, y hacen de esos delitos una forma de vida. Las cárceles son lugares donde se perfeccionan. Lejos de ser centros de recuperación, son en realidad comunidades peligrosas que no están cumpliendo con lo que debería ser el objetivo: reintegrar a la sociedad a un ser humano que se adapte a los límites que impone la ley.
Muchas veces la gente cree que ser cristiano es ser tolerante a todo. Esta vez, los hermanos mexicanos han demostrado que no es así como se entiende el evangelio.
El hecho de tener misericordia y amor, no significa que no se deban cumplir las leyes. Al contrario: no es bueno que alguien crea que puede cruzar todos los límites sin tener que pagar por ello.
Debe ser muy triste perder la familia, y los mejores años de la vida entre rejas. Pero los cristianos no podemos permanecer con los brazos cruzados ante la impunidad, sino todo lo contrario: contribuir para que se cumplan las leyes.
Las nuevas generaciones han tenido que acostumbrarse a convivir con la violencia, pero queremos cambiar eso. Creemos que la ley debe ser cumplida fielmente, de lo contrario estaremos viviendo en una sociedad selvática, que de hecho ya lo es, donde el más fuerte se lleva por delante a sus víctimas. Y el resultado es la cantidad de hogares destrozados por la violencia.
Es muy importante el aporte del ministerio de Veracruz, puesto que no podemos ser considerados meros observadores de los problemas sociales, sino mujeres y hombres integrantes de una sociedad a la cual podemos aportar nuestras capacidades para mejorarla. El hecho de dar a nuestra vida espiritual un primer lugar, justamente significa que podemos ser muy útiles, por nuestros principios cristianos, para aportar al mundo un pensamiento fundamental: preservar la vida. Y no podemos cuidar la nuestra ni la de nuestros seres queridos, permitiendo que la delincuencia la desprecie.
El ejemplo de Veracruz es un acto de valentía, que apunta no solamente a luchar por el cumplimiento de las leyes, sino que exhorta a los padres a responsabilizarse por sus hijos, siendo ejemplo de ellos. "Instruye al niño en su camino y aún cuando fuere viejo no se apartará de él". - Proverbios 22:6.
Es la opinión personal de Titina CastroTrabajamos para fortalecer el liderazgo de la Comunidad Evangélica
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