Es incredible como el Dr. Dobson mal interpreta a la Sra. Hillary Clinton, a John Kronenberger, a Alvin Toffler y a otros, apuntando solo a una parte del problema familiar, y escondiendo la otra verdad, que también es responsable de la crisis de la familia tradicional, especialmente en Los Estados Unidos de América. Antes quiero aclarar, especialmente para los que mal interpretaron mi declaración anterior sobre las familias no tradicionales, que yo, personalmente, no estoy en contra de la familia tradicional. Todo lo contrario, creo y defiendo la familia, y lamento que los divorcios se den tanto hoy en día. Pero, defender la familia tradicional se ha vuelto hoy por hoy un asunto político, muy bien utilizado—manipulado— Si tanto le preocupa al Dr. Dobson la familia tradicional ¿por qué no empieza amonestando a sus amigotes multibillonarios, impulsores de la cultura del consumo, que obliga a los padres y a las madres no solo a trabajar ambos, sino que uno de ellos, sino los dos, tengan que tener dos trabajos, dejando a sus hijos en manos de las niñeras o guarderías infantiles? ¿Por qué no hace manifestaciones en contra del libre mercado, entre ellos el de la vivienda, que cada vez es más ridículamente desorbitante, haciendo que el sueño de la casa propia sea una pesadilla, por lo que padres y madres tienen que trabajar más de la cuenta? ¿Por qué no hace manifestaciones y picotas en contra de las guarderías infantiles, donde las madres tienen que dejar a sus hijos e hijas para ir a trabajar, como las hacen contra las clínicas para abortos?—NO ESTOY A FAVOR DEL ABORTO, por favor no me mal interpreten. ¿Por qué no lucha por mejores beneficios y derechos para las madres gestantes y lactantes, como un derecho universal de toda mujer y no que estos beneficios sean al criterio de cada corporación, muchas de las cuales niegan ese beneficio a sus empleadas? La lista de los "por qués" es muy larga. Lo raro es que cuando un sociólogo o periodista pone el dedo en la llaga, denunciando lo que se ve, inmediatamente se levantan voces para acallar o poner cortinas de humo a la verdadera razón. El Dr. Dobson está patrocinado entre otros, por muchas corporaciones y su mensaje a media verdad lleva caudalosos votos al partido Republicano, con el miedo de que la familia va a desaparecer, o que se va a obligar el aborto, promover el divorcio, o que los homosexuales tienen una agenda secreta que quieren imponer a todo el mundo. Pero la verdadera verdad, no se denuncia. La familia entró en verdadera crisis hace muchos años. La crisis de la familia no empezó porque a alguien se le ocurrió decir "la familia está en crisis". Hacer creer eso es como decir que alguien se murió, por alguien dijo le que estaba muerto. La crisis de la familia tiene también sus causas en la ambición desmedida de las grandes corporaciones e industrias que han empujado a la sociedad a consumir irresponsablemente, sin importarles las consecuencias. La crisis de la familia se ahonda en el mercado libre que manipula los precios a su antojo, para bombear pingues ganancias a sus arcas, sin importarles la pobreza de la gente. Hace ya más de treinta años que leímos el libro El Shock del Futuro de Toffler; hace más de treinta años de las declaraciones de la Sra. Shirley MacLaine. Tiempo suficiente para hacer algo concreto a favor de la familia tradicional. El Dr. Dobson tiene muchos amigos Republicanos en el Congreso y el Senado de su país. Su influencia es muy grande en el voto popular norteamericano, muy ligado a las iglesias conservadoras. Se dice y se dice, pero nada se hace. Tampoco niego que haya otras razones morales por las que se está desmoronando la familia tradicional. El problema de la crisis de la familia tradicional es una moneda con dos caras; no se puede denunciar una e ignorar la otra. La prueba está en que aun entre los miembros de las iglesias conservadoras aumenta día a día el número de los divorcios. Es alarmante el número de pastores y pastoras que se divorcian. Las estadísticas dicen que uno de los factores dominantes de las crisis familiares es económico. No digo que es el único, pero es un factor muy importante. El meollo del asunto es mucho más profundo que solo criticar lo que dijeron tal o cual periodista o artista. No olvidemos que la denuncia profética no solo fue contra el corazón humano, sino contra sistemas opresivos y corruptos. Las críticas fueron frontales y sin pelos en la lengua. Pero mientras haya corazones que acepten el mensaje de Cristo y vivan consecuentemente sus creencias, habrá muchas familias tradicionales o no tradicionales, donde el amor se base en la justicia, en el respeto, el amor al prójimo como fruto viviente y visible de un verdadero amor a Dios. Paz Rev. Pablo B. Espinoza |
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