A la comunidad evangelica:
Bendiciones.
Coincido plenamente con el sentido de la carta enviada por el Pastor Miguel Bardales, una exhortación muy necesaria y vital para toda la comunidad de creyentes, mas aun en un momento histórico como lo fue el dia de ayer a la aprobación de la Ley de Libertad Religiosa.
Nuestra presencia, como comunidad evangelica, en el pais no ha sido facil, la historia lo demuestra. Sin embargo a lo largo del tiempo hemos ido logrando avances significativos, que han ido permitiendo el ejercicio y practica de nuestra fe en diversos ambitos: La ley de Libertad de cultos, aporte educativo a traves de nuestros colegios, instituciones cristianas de accion social, organizaciones no gubernamentales, entre otros. No por ello negamos que existieran limitaciones, pero poco a poco fuimos luchando para superarlo. Ha tomado su tiempo, casi todo el tiempo de nuestra historia republicana.
Y es que, esos avances se logran en el ambito politico, y por tanto implica tener en cuenta diferentes factores: actores sociales, posicionamientos, momentos coyunturales, intereses, estrategias politicas, estrategias de incidencia, contexto historico, etc. Esto toma su tiempo, en una palabra es un proceso y como tal requiere vision para no perdernos en el camino, o quedarnos dando vueltas, o boicotearnos a nosotros mismos.
Tambien he tenido conocimiento de opiniones vertidas en una entrevista periodistica, en que se manifiesta la posibilidad de un sector de la comunidad evangelica de oponerse a la aprobacion de la ley. Frente a ello no solo me preocupa la falta de unidad en un momento clave, sino la falta de percepcion estrategica y politica en el proceso de lucha por nuestros derechos. No hay ley perfecta, humanamente hablando, si asi fuere pues no estariamos permanentemente elaborando leyes. La actual ley por tanto no es perfecta, incluso no logra atender todos los aspectos y derechos que nos corresponden como ciudadanos minoritarios. Pero es un AVANCE mas, y si asi en mayusculas un AVANCE.
Que hay mucho por hacer? Claro que si, que hay cosas pendientes? Por supuesto....Pero hagamoslo en unidad, en el marco de nuestra propia diversidad, visionando intereses comunes, consensuando, dejando nuestros personalismos o intereses privados.
La Ley aprobada, si le damos una profunda lectura, con un enfoque propositivo a favor de nuestra comunidad evangelica abre muchas oportunidades y posibilidades, debe ser nuestro punto de partida al finalizar la primera decada de este milenio, hermanos, hermanas hay mucho por hacer, Hagamoslo juntos y juntas.
En el amor de Nuestro Señor Jesucristo
Carmen Mollo
Carmen Mollo G.
CONSULTORA
Magister Sociología
Diploma en Gobernabilidad y Gerencia Política
por George Washington University - PUCP
Diploma en Consejería Familiar
Seminario Evangelico de Lima
Diploma Consejera Familiar Especializada en Derecho de Familia
Facultad de Derecho y Ciencia Política UNMSM
Cel 985430414
Después de meses de discusión, hoy el Congreso aprobó el Proyecto de Ley de Igualdad Religiosa. Mucho se ha dicho a favor y en contra, pero ahora es tiempo de pensar qué continua en la agenda de Dios.
La alegría que sentí porque el proyecto se aprobó por unanimidad se esfumó en un instante al tomar conocimiento que algunos creen que hay que "luchar" para impedir que este proyecto se promulgue. Ellos entienden que aceptar este proyecto equivale a traicionar nuestros principios, venderse por un plato de lentejas y permitir el abuso de la Iglesia Católica. Ellos solo merecen mi respeto y fraternidad; aunque en realidad "ser respetuosos y fraternos" no es especial porque así es cómo deben ser las relaciones cristianas.
¿Qué debemos hacer? Escribo estas líneas porque amo a la iglesia y creo que es hora de considerar cuáles y dónde debemos gastar nuestras energías. Definitivamente, creo que "luchar" por nuestros derechos es loable pero innecesario. Pienso que nuestras fuerzas (que en sentido real, no son nuestras sino de Dios) deben usarse en el cumplimiento de la tarea que recibimos de parte de nuestro Señor y no en defendernos ante el abuso o atropello.
El tema de los abusos y atropellos no son novedad en la historia cristiana, hemos convivido con ellos desde el comienzo y seguiremos enfrentándolos mientras demore la Segunda Venida. Entonces, qué hacer: Propongo concentrarnos en cómo cumplir nuestra tarea, dejar que Dios sea nuestro defensor, recuperar la unidad y confiar que si seguimos avanzando en extender el Reino, seguramente hallaremos gracia delante de Dios y de los hombres.
Por estos breves pensamientos, permítanme suplicarles en el amor de Jesús que dejemos la discusión atrás, que miremos cómo evangelizar, discipular e influenciar; en otras palabras: es hora de avanzar y no pelear.
En Jesús,
Pastor Miguel Bardales
P.D. He comprobado que muchas veces, opiniones y sugerencias se convierten en motivo de discusiones y apasionamientos subidos de tono. No es mi intención generar discusión, solo deseo provocar en la mente y corazón de nuestros lectores un momento de reflexión.
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