Apreciados hnos. Asumimos que quizás no recibieron este último artículo. Les adjuntamos como una contribución a vuestros selectos lectores que tienen la dicha de ser padres. ¡Bendiciones!
REFLEXIÓN
La Disciplina de los Hijos
Por FELICIANO RUIZ L. (*)
Al hablar de disciplina, hay quienes de inmediato lo relacionan con el castigo. Pero la palabra en realidad es vinculante a formación, instrucción o enseñanza y los métodos que se usarán para dicho fin. Esto equivale a decir que el castigo físico, tiene su lugar y procedimiento en la disciplina, mas no es el único recurso disciplinario.
La disciplina a los hijos tiene como propósito principal, enseñarles a comportarse. Obviamente, de manera previa y antes de pedirles que pongan algo en práctica, se les instruirá con manifestaciones de amor. Corresponde a los padres convertirse en un genuino modelo de comportamiento para sus hijos. Solo así la disciplina será efectiva.
Es de suma importancia que los padres muestren su alegría y expresen palabras de agrado cuando los hijos se comportan adecuadamente, esto es percibido de forma positiva por los hijos y les ayuda a reconocer lo correcto. Asimismo, es recomendable que los padres eviten censurar o reprochar a sus hijos cada vez que ellos fallan en hacer lo bueno; la tristeza de los padres es suficiente, después que los hijos hagan lo malo. Recordemos que los seres humanos -y nuestros hijos lo son- atravesamos por diversas etapas de desarrollo y formación, e inevitablemente cometeremos errores y haremos lo indebido, pero en menor escala si hubo disciplina. Al disciplinar a nuestros hijos, jamás pretendamos imponerles cargas difíciles de sobrellevar.
La tarea de ser padres no es de un día, tampoco la disciplina deberá serlo de manera esporádica o eventual. Ambos aspectos demandan de esfuerzo y sacrificio constante, sin dejar por ningún motivo la afectividad y ternura hacia los hijos. Durante los periodos evolutivos de los hijos, habrá mucho que enseñarles, y esto requerirá tiempo, paciencia y amor a raudales. Ante las preguntas que los padres formulan en relación a la disciplina de los hijos, es imprescindible acudir al milenario Libro de los libros, la infalible e inerrante Palabra de Dios, que siempre tiene las respuestas ante los grandes dilemas humanos. Cabe indicar que sus respuestas no siempre son acordes a las teorías psicológicas, sociológicas o antropológicas; pero de una cosa sí podremos estar seguros, y es que el Supremo Creador siempre tendrá la razón, porque nadie mejor que Él, sabe lo que los seres creados debemos hacer. En consecuencia, y mediante las Sagradas Escrituras, veamos lo que el Creador responde ante las preguntas más frecuentes relacionadas a la disciplina de los hijos.
1. ¿POR QUÉ DISCIPLINAR?
- Porque es una enseñanza divina (Proverbios 29:17; Hebreos 12:5-7)
- Porque el ser humano se inclina al mal (Génesis 6:5)
- Porque es necesario (Salmos 51:5; Proverbios 22:15)
- Porque es una señal de amor (Proverbios 3:11-12; Apocalipsis 3:19).
La disciplina de los hijos es una necesidad de aplicación urgente. La naturaleza humana misma, inclinada hacia el mal lo amerita y ningún padre o madre que realmente ama a sus hijos ha de prescindir de ella.
2. ¿PARA QUÉ DISCIPLINAR?
- Para tener hijos sabios (Proverbios 19:20; 29:15)
- Para que sean de corazón limpio (Proverbios 20:30; Mateo 5:8)
- Para alejarlos de la necedad (Proverbios 22:15)
- Para librar su alma (Proverbios 15:32; 23:13-14).
La disciplina generará hijos dignos. Los ciudadanos que el país y el mundo necesitan están en manos de los padres, emprenda hoy mismo la noble tarea de forjar vidas que trasciendan en el tiempo y el espacio.
3. ¿CÓMO DISCIPLINAR?
- Con amor (Proverbios 13:24; 1 Corintios 16:14)
- A temprana edad (Proverbios 19:18)
- Con instrucción y vara (Proverbios 22:6,15; 29:15; Efesios 6:4)
- Considerando las edades (niños, adolescentes, jóvenes).
La disciplina eficaz siempre estará saturada de amor. El castigo físico es bien asimilado hasta los siete años de edad; a partir de los ocho años el castigo o sanción deberá ser mediante restricciones o prohibiciones, jamás físicamente.
4. ¿CUÁL SERÁ EL RESULTADO?
- Paz y alegría para los padres (Proverbios 10:1; 23:24-25; 29:17)
- Los hijos no lamentarán en el futuro (Proverbios 5:12-13; 23:22)
- Los disciplinados destacan y se distinguen (Proverbios 22:11,28)
- Gana la familia, la sociedad, el país, etc. (Proverbios 11:10-11; 22:1,11,29).
La disciplina oportuna tributará grandes satisfacciones a quienes la aplicaron y a los receptores de la misma. Ante un mundo confuso y a la deriva, es con las personas disciplinadas e instruídas que en realidad ganamos todos.
(*) Teólogo, periodista y psicólogo familiar. Viene dictando Conferencias Magistrales para la Familia en el Club Social Chimbote los domigos a las 5:00 p.m. con ingreso libre. www.FelicianoRuiz.
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