Reciban ustedes un cordial saludo.
Muchos ciudadanos estamos consternados por las últimas declaraciones de nuestro Presidente de la República y del Presidente del Poder Judicial en relación al incidente de la bofetada del Presidente de la Nación a un ciudadano peruano. No es mi objetivo analizar este hecho sino las explicaciones que ambas autoridades dieron como justificación del mismo. Ambos coinciden en que si alguien insulta a otro con palabras, éste está "obligado" a responder con violencia física y si no lo hace es un "marica". No sé si nos damos cuenta de lo que este mensaje significa para los niños y jóvenes al darles licencia para la violencia, imaginemos un país donde los niños y jóvenes tengan que responder con golpes ante cualquier provocación verbal: las pandillas y las peleas callejeras no podrían ser sancionadas, los colegios estarían en dificultades para corregir estos incidentes porque las principales autoridades de la nación la justifican, los padres tendrían que cerrar los ojos ante las peleas entre hermanos, entre otras situacions peligrosas.
Mi esposa y yo somos maestros de Escuela para Padres en colegios, y uno de los principios que les enseñamos es que deben instruir a sus hijos a que los insultos verbales no hacen mella en absoluto a nadie y que deben ayudar a sus hijos a resistir cualquier provocación verbal y usar su dominio propio y ser conscientes de su identidad como personas y usar su inteligencia y sabiduría para responder. "La blanda respuesta quita la ira, pero la palabra áspera hace subir el furor", "El necio muestra en seguida su enojo, pero el prudente pasa por alto el insulto" dicen los Proverbios y esto enseñamos a las nuevas generaciones que van a cambiar los destinos de esta nación para bien. Si no lo hacemos, esas generaciones tendrán un ingrediente más para su destrucción: la violencia.
Espero que alguien siga este comentario y juntos podamos tocar las mentes y los corazones de las autoridades y de los padres en general que cuiden a su familia de estas filosofías peligrosas que lamentablemente son enseñadas por las máximas autoridades del país.
Con respeto a ustedes.
Eduardo y Mary Montalvan
Directores del Centro de Formación Familiar de Padres a Hijos.
Lima-Perú
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