El señor VALLE RIESTRA GONZÁLEZ OLAECHEA (PAP).— Señor Presidente, este es un proyecto trascendente históricamente, porque demuestra una gran evolución en la tolerancia y en el mutuo respeto que deben tener las religiones en el Perú. Ya el vicepresidente de la Comisión ha hecho una exposición sumamente interesante y prolija sobre el tema.Todas las constituciones del Perú, desde 1823 hasta 1979, proclamaban al catolicismo como una religión excluyente de cualquier otra. La de 1920, del señor Leguía, se limitó adecir el Estado la protege, ya las del 79 y la del 93 la reconocieron como elemento importante en la formación histórica, cultural y moral del Perú, y le presta su colaboración.El catolicismo tiene una doble personalidad porque es una religión pero al mismo tiempo esun Estado. El Vaticano tiene una personificación desde el Tratado de Letrán, de 1929, y, enconsecuencia, eso no la hace diferente, sino que tiene una característica distinta.Entonces, hay que recordar que en este tema, sobre todo, debemos tener una actitud desingular identificación los católicos con los evangélicos, con los luteranos y con adventistas.Martín Lutero, que fue el que provocó la gran escisión, era un católico fanático que vivía enuna celda, fue a Roma, y en Roma encontró una serie de discrepancias, escribió una folleto ala nobleza cristiana, a la nación alemana, sobre la reforma del Estado Cristiano y, por unaactitud intemperante del Papa, lo expulsaron pese a que estaba sometido a los cánonescristianos de la época.Si no se hubiera cometido ese grave error no habrían surgido el adventismo, el luteralismo;pero surgieron y el fanatismo que ha habido respecto a esto es, si uno estudia hoy día eltema y ve a un adventista, a un luterano, a un evangélico, ¿cuáles son las discrepancias connosotros los católicos? Totalmente adjetivas, bizantinas.De tal manera, que no solo es elemento para ver que no hay fanatismo y que no hay unconflicto entre nosotros, es que debemos tomar una actitud muy distinta a la que tomaronalgunos católicos sectarios en 1930.En un distrito de Puno, en Plateria, un católico trajo una misión protestante que se dedicó aevangelizar y tuvo tal éxito que los grupos reaccionarios y feudales de nuestra religión, lacatólica, hicieron una actitud de matarifes ahí, pero todo esto determinó que en elParlamento se tomara por el congresista Severiano Bezada una actitud de libertad y detolerancia religiosa. O sea, que desde 1919 existe tolerancia y libertad religiosa, asociado alos cambios que ha tenido la Constitución de 1920 y singularmente la de 93 y la del 79.Por eso es que creo que este proyecto que democratiza al Perú, que permite la igualdadreligiosa, sin perjuicio de ninguna naturaleza entre nosotros católicos, y lo que estádesprendido de nosotros y que cada vez tiene menos abismos, como son el luteranismo, elevangelismo y el adventismo, puedan tener una libertad absoluta, una libertad reconocidapor esta ley. Esta es una ley que es revolucionaria, es vanguardista, incluso sacerdotescatólicos han venido y han intervenido, y han colaborado en su redacción.Razón por la cual, a base de estas reflexiones históricas sobre cómo ha sido el problema enel Perú, apartándonos de todo espíritu inquisitorial, apartándonos del santo oficio, pese a57que el Santo Oficio de la Inquisición tuvieron su solar en este casa hace cuatro siglos, yopido que este proyecto pase a votación y se apruebe, porque realmente es un proyectovanguardista y estupendo que contribuye a democratizar al Perú.