POLÉMICA: CÓMO COMBATIR LA MORTAL EPIDEMIA
Sida, ITS y campañas publicitarias
Por Gloria Huarcaya Rentería. Periodista (*)
L a última campaña del Ministerio de Salud (Minsa) para la prevención del sida e infecciones de transmisión sexual (ITS) carece de información, propicia una visión reduccionista de la sexualidad humana y puede producir efectos indeseados.
Si bien esta campaña forma parte de un conjunto de estrategias, su carácter masivo la convierte desafortunadamente en la acción más visible del Minsa para enfrentar el problema de las infecciones de transmisión sexual.
La publicidad televisiva muestra a varios jóvenes cuyas cabezas arden 'como el fuego' a consecuencia de los estímulos del ambiente y del contacto físico entre ellos. Una voz en off sentencia: "¿Estás con la cabeza caliente? Protégete de las ITS y del VIH. Usa condón".
Los datos científicos actuales (base de datos Cochrane) indican que el preservativo reduce el contagio del sida solo en un 80% en relaciones heterosexuales si su uso es técnicamente correcto.
Es decir, no elimina el riesgo de contagio, solo lo reduce, y el 20 % de probabilidad de infectarse de VIH resulta inaceptable si consideramos que se trata de una enfermedad incurable que puede causar la muerte.
Además, el preservativo es muy poco efectivo frente a ciertas ITS, como el virus de papiloma humano, que se contagia a través de la piel. A esto se suma el agravante de que el riesgo de infectarse se incrementa cuando se avanza en promiscuidad.
¿Por qué entonces no se ofrece a los jóvenes una información completa que les permita tomar decisiones de manera verdaderamente responsable?
Frente a la epidemia del sida, que ya ha cobrado 25 millones de vidas humanas, destacados científicos y responsables de la salud pública decidieron ponerse de acuerdo sobre las estrategias más eficaces para su reducción. En el 2004 suscribieron el Consenso de Lancet, ratificado por la OMS , que propone la estrategia ABC :
la principal acción para vencer el sida es la promoción de la abstinencia, sobre todo en adolescentes y jóvenes que aún no han iniciado su vida sexual. La segunda medida es la fidelidad o sostener relaciones mutuamente monógamas, y solo como última opción, se debe promover el uso del preservativo entre aquellos que no están en condiciones de abstenerse o ser fieles.
La experiencia de Uganda, el país con mayor éxito en la reducción del sida, ha demostrado que las medidas más efectivas de prevención son la educación de la voluntad y de los sentimientos, el control de las emociones, la promoción del diálogo entre hijos, padres y maestros, el retraso del inicio sexual y las relaciones fieles. En este país, los mensajes decían: "Espera para tener relaciones sexuales. Mantente sano y seguro. Conversa con tus padres y maestros".
En una sociedad democrática y pluralista como la nuestra, deberíamos exigir que también se promuevan otras alternativas de prevención, como la abstinencia y la fidelidad.
En todos los países, en los que las campañas se han centrado en promover el preservativo, solo se ha conseguido una mayor incidencia del sida y las ITS.
No se trata de condenar el empleo del preservativo. De hecho, su uso resulta importante en colectivos que tienen un estilo de vida promiscuo. Pero precisamente la estrategia ABC recomienda sectorizar grupos de población y ofrecerles mensajes distintos.
Es ilógico poner en el mismo plano a quienes aún no han iniciado su vida sexual, a quienes mantienen relaciones estables, a los promiscuos y a los casados. Y resulta por demás irresponsable no informar sobre la limitada eficacia del condón.
(*) INSTITUTO DE CIENCIAS PARA LA FAMILIA DE LA UNIVERSIDAD DE PIURA (UDEP).
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