Preparemonos y velemos hermanos amados porque cada vez que se presenta una coyuntura electoral en nuestro país se comienza a reflejar situaciones generadas en el aspecto político y económico, incluyendo el desprestigio de los partidos políticos, y la aparición de nuevos movimientos algunos reciclados y otros oportunistas.
En este contexto, se aprecia en muchos de los actores políticos y de personajes públicos, una pérdida de valores muy importante, que ocasiona como siempre desánimo y desconfianza.
Sin embargo como cristianos y reconociendo siempre que nuestro Señor y Salvador Jesucristo es Señor de la historia, debemos superar el pasado y lo sucedido y orar fervientemente haciendo lo que nos toque para que "la casa sea reordenada" y vivir en un real Estado de Derecho.
El problema del Perú es más profundo de lo que advertimos al analizar la coyuntura del momento y representa necesariamente un camino largo para su recuperación, por cuanto se requiere de inversión sostenida para generar empleos, de un proceso de descentralizació
Estos problemas requieren de búsqueda de consensos, de transparencia y honestidad en los dirigentes y que realmente hagan un trabajo de largo plazo, oremos para que Dios nos guie y dirija en esa dirección para iniciar un proceso de desarrollo que permita el progreso de la población y mejores oportunidades para todos sin discriminació
Otoniel Pardo Nima
Vice-Presidente FIPAC
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