| De ALC GUATEMALA Pastoras y pastores temen hablar de la situación del país ante las extorsiones de pandillas juveniles Antonio Otzoy Ciudad de Guatemala, jueves, 17 de junio de 2010 (ALC) - Pastoras y pastores temen hablar de la situación del país ante las extorsiones de pandillas juveniles En Guatemala vivir se torna complicado y traumático, sobre todo en las experiencias de pastores y pastoras de distintas iglesias, sean históricas o pentecostales, por las extorsiones de pandillas juveniles.
Las exigencias del pago de un impuesto a las pandillas juveniles, con carácter mensual, se va tornando común, porque se hacen más constantes. Las iglesias o los líderes de las mismas, para desarrollar sus actividades sin ser molestados, deben pagar el monto que les imponen las pandillas. Estos pastores o pastoras manifiestan temor en compartir sus sentimientos a partir de tan riesgosa realidad. Ante este hecho hay varias actitudes, los que por temor no quieren decir más que están en problemas económicos y que deben hacer efectivo gastos extras. Otros consideran que ya lo han puesto en manos de Dios y que todo está resuelto. La mayoría habla de este tema tímidamente. El mayor temor es que los sicarios aparezcan y maten a cualquier miembro de la familia por incumplimiento del pago correspondiente. El temor invade. La familia de un pastor secuestrado no quiere revelar su nombre. La esposa ha tenido que enfrentar los desafíos de la iglesia y de las exigencias de los secuestradores. La angustia y la desesperación son palpables, pero sin nombrar el mal que se enfrenta. Las familias coinciden en señalar que se resquebrajan, que se pierde la unidad. La teóloga Verónica Pérez analiza esta situación y dice que "es necesario darlo a conocer, porque es una realidad, aunque el temor y la desconfianza no permiten hablar del tema." Se nota que una llamada anónima marca la diferencia entre un antes y un después. Se olvidan las necesidades cotidianas, la prioridad es salvar la vida; se busca respuestas a las exigencias inmediatas, porque es inminente un resultado fatal el cual se quiere evitar a toda costa. Pérez, concluyó diciendo que, "aunque se trata de no hablar del tema, varios de estos pastores, a partir de las amenazas y extorsiones están enfermos." ------------ Agencia Latinoamericana y Caribeña de Comunicación (ALC) |
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